00.14
Podría observarte
horas cada tarde cerca de ese río.
A veces siento que los
ríos cuyas aguas se derraman
se llevan los
encuentros
y arrastran tu
ausencia, mi flor
y de noche, alguna que
otra estrella.
Ahora se burlan las horas
en mi cara,
me sobran las
canciones.
El silencio se
convirtió en silencio,
me envejece el
tiempo,
y no quise,
no quiero.
No quiero convertirte
en recuerdo.
00.44
Entonces guardé en
un cajón todas las fotos de nubes,
Y de cielos desnudos,
te escribí una carta
y te regalé algunas flores.
Un poco más tarde
guardé mis sueños, mis nostalgias, tus melodías y promesas, mis miedos,
tus caricias en
primavera, mis ojos de ilusión,
tus ojos verdes de
estío,
mi sonrisa y tus
lunares invertidos.
Guardé mi alma en la luna.
Guardé tus palabras
discrepantes,
mis gemidos ligeros,
Tus silencios sin
respuesta.
1.07
Mi amor, guardé una
foto de un día de lluvia (en)
Tu paraguas
(y)
Se resbalaba el agua
mientras nuestras manos danzaban,
(cerca de)
los árboles, mis
pensamientos en tu bolsillo
(y atrás)
Mi brisa y tu
desamor
Y también
(esa)
Mi mejilla entre tus
piernas
La fragilidad de tu
mundo en miniatura
¿Cómo?
Te diluías todo el
tiempo, escurriéndote en mis manos
Y yo te abrazaba
2.00
Te esfumabas entre
mis dedos, cayéndote de mis labios
eras todas esas horas que no pasaron,
cuando mi reloj siguió ahí
cuando nos envolvió el
tiempo
sobre el pasto.
DOMINGO-
¡Cuánto silencio!
Qué belleza. Podría
haberlos observado días.
Aunque uno te había
abandonado hace rato. De los lunares infinitos
y la sublimidad de
tu sonrisa hablo.
Y por suerte que ya
no llueve
Solo es el viento
que acaricia mi rostro y vos estás tan reciente y fresco.
Mi almohada está
agotada,
y mientras pasa otra canción yo recuerdo
que alguna vez
fuimos para siempre
LUNES
Así me aturdió el
silencio y dejó un universo de explosiones en mí por un rato al azar.
Para que mi estrella
se confundiera y navegara, mi árbol se desflorara, tus manos se alimentaran de
otros senos, mi arreglo floral se marchitara.
Pero a mí me salva
dormirme,
porque ahí,
ahí nadie es invisible.
Ahí puedo observarte
las horas que yo quiera
a la orilla de
cualquier río
y que se lleve
nuestro tiempo,mi alma y tus canciones.
Ya no me importa
que no se detenga,
porque ahí yo ya no puedo
perder.
Porque ahí siempre
volvemos a ser nosotros en noviembre.