lunes, 4 de abril de 2011
Día uno, día siete.
Domingo de granizo,
deseo enterrar las nostalgias de mi corazón
en algún lugar perdido de este ameno paraíso
Domingo de lluvia,
regalo mis huellas a este día
simplemente porque en él tu sonrisa está perdida
Domingo de estrellas,
estertor que nace de ellas.
te extraño de noche, de día
y cuando su brillo es más intenso, siento oscuridad
oscuridad que en sus cuerpos palpita.
Domingo viajero,
oh cuántos domingos por mi vida han pasado!
esa que he perdido y que he encontrado,
esa que he añorado y olvidado
y que por momentos como
un pétalo en el viento se ha desflorado.
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